Nací en Madrid, para mí, la capital de la luz y la sombra. Pero, no nos confundamos, soy orgulloso hijo de Salamanca, la ciudad en la que crecí y en la que viví casi todas las aventuras que hoy se cuelan en mis historias. También estudié allí Ingeniería Química: me pareció una carrera bonita y, además, me daba una buena excusa para hacer amigos y salir de fiesta.

En la actualidad ejerzo de técnico, entre Madrid y Vitoria. En el trabajo, soy un tipo responsable. En lo personal, me encanta meterme en líos. Así que, si me conoces, ya te aviso: cualquier anécdota que vivamos juntos es presa fácil para caer en las páginas que vendrán.